viernes, 30 de diciembre de 2011

Atardecer


En árida llanura amarilla, cercada por un anfiteatro de montañuelas calvas y telarañosas, iba atardeciendo muy despacio. Crepúsculo interminable; del cielo cárdeno parecía descender lluvia de ceniza sutil; y el sol, que detrás de los cerros se ponía, era un globo sin calor, medio apagado, enorme, una pupila de cíclope agonizante.
Tan doliente paisaje ofrecía los tonos secos, mitigados y polvorientos de los antiguos tapices, y las figuras que sobre el paisaje comenzaron a desfilar en caricaturesca procesión, de tapiz eran también: de tapiz o de orla de códice cuatrocentista. El cuadro se contaba en el número de los espantos que el arte ha querido agregar a los espantos de la naturaleza.

martes, 27 de diciembre de 2011

Cosas que no me gustan de la Navidad

La Navidad es una época de amor, ilusión, esperanza... sobre todo esperanza. Nos pasamos los días esperando a que llegue la Navidad, porque con ella podremos estar con las personas que más queremos. Esperamos que ellas den lo mejor de sí por nosotros. Esperamos que todo vaya bien en estos días, que no haya problemas. Esperamos poder estar con todo el mundo. Esperamos que la Navidad sea un remanso de paz de felicidad en medio del ajetreo y los disgustos que nos da la vida. Y nos quedamos esperando... Porque además de ilusión, es época de desilusión. Esa época en la que la gente te decepciona aún más porque no viene o no dan todo lo que esperamos de ellos. Porque deseas estar con todos y no puedes complacerlos. Porque los problemas parecen más graves en Navidad. Porque las pérdidas son también más dolorosas en Navidad.

Hemos idealizado de tal modo la Navidad, que todo el mundo espera algo de ella, y espera y espera....y se desilusiona.

jueves, 15 de diciembre de 2011

be alone - Audry Hepburt


"Tengo que estar sola a menudo. Sería un poco feliz si me pasase desde el sábado por la noche hasta el lunes por la mañana sola en mi apartamento. Así es como me recargo"

martes, 6 de diciembre de 2011

la historia de Rossy Brown


Andando el tiempo se verán las caras, esos que gritan por las esquinas viva la revolución. 
Degeneramos, compañeros. Preguntad al mozo de telégrafos si le gusta la historia de Rossy Brown.

Rossy partió bajo la luna, una noche de fiesta en casa de Míster Brown. 
Un caballero la envolvió en su capa y a sus sueños la llevó.

Regresó luego, triste y perdida, y a los pies de la mamá sollozó: 
Yo no sabía qué me decía aquella noche, verbena de San Juan,
cuando dije estoy cansada y tengo sueño, mañana ya os veré. 
Tengo una herida y un hijo muerto. Sólo su capa Jim me dejó. Era
mi dueño, y aunque lo digan, Jim nunca fue salteador.

Lo saben Rossy y la cocinera que en el ajo estuvo en la ocasión: 
Jim vuelve siempre. De madrugada su canción canta a las muchachas
de negros ojos y dulce voz:

        Un amor tiene cualquiera
        pero Dulce Jim, no

Y es que el mozo de telégrafos está enamorado, y no sabe qué hacer 
para que la hija de la portera entienda que no es muchacho del montón.




 Ana María Moix